Se sientan míos.
Mis manos en tus manos.
Recordando esa sensación, recuerdo
El triunfo.
Encaja en nuestras dos manos,
Suavemente
se desliza por lo subterráneo, sin ideal, sin norte.
Se corre fuerte, rápido, y voraz,
es un vagabundo que indeleble por los gritos de la ciudad, sigue revolviendo en la basura.
Impresentable.
Radiante.
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