sábado, 29 de abril de 2023

El deber sagrado.

 Era una tarde dorada en el convento, en el mes de diciembre. Por fin se respiraba ese aire puro, que como cada año, venía a limpiar nuestros pecados. Me encontraba caminando por el patio, admirando los arboles y arbustos perfectamente podados, cuando me interrumpió el ladrido de un perro, negro como el carbón. Me asusté, yo sabia que ese animal no podía significar buenos porvenires. Cuando me recompuse, mire en sus ojos rojos y supe que él sabía. El pudor me invadía; "¿Sera esto una señal divina?" pensé, debía serlo. Luego de clavar su mirada en mi, el animal salió corriendo, tuve que sentarme en uno de los bancos para despejar mi mente y calmar mi corazón. Y tuve cortos minutos para hacerlo, ya que escuché las campanadas y al mirar el antiguo reloj del patio este marcaba las ocho en punto, precisaba ir al comedor a servir la cena para los niños. Al llegar a la cocina preste el oído a la conversación entre los monjes y los novicios, y entre plato y plato servido, logré escuchar los rumores: "-Dicen que hay un perro negro merodeando por el convento... -Yo lo escuché, pero no lo vi. Nadie lo vio hasta ahora. -Deben ser todos inventos de ese viejo y supersticioso enano.". Me mantuve callado, pero la ansiedad me comía por dentro. Cuando dirigí la mirada hacia mi costado pude ver un perturbado rostro, entonces pregunte: -"¿Que sucede buen Tomas, porque no llenas con puchero ese plato vacío?" a lo que este me contesto: -"Lo siento abate Adso, hay algo que me perturba, preciso ir a hablar con el señor cuanto antes." para luego abandonar la cocina. No me cabían dudas, el buen Tomas también sabía. Cuando todos se acostaron, yo llevaba horas dando vueltas la cama y en mi cabeza, reflexionaba de esta manera sobre lo que debía hacer: "¿Debo decir lo que se, y dar rienda libre al pánico para que cunda una vez mas en este sagrado lugar? ¿O debo callar mis conocimientos, encontrar al responsable y hacerlo sucumbir ante la ley divina por cuenta propia?" mi corazón se inclinaba por esta segunda manera de pensar; esta sagrada institución ya había sufrido demasiado en los últimos tiempos, y mi deber como abate era protegerla.
 Estos párrafos fueron lo ultimo que el abate Adso escribió en su diario personal. Datado 12 de diciembre de 1998, lo que aconteció con el después, es lo que vengo a resolver. Me indicaron que apareció esa misma madrugada, colgando de la aguja mas alta de la antigua torre del convento, en ropa interior, y con marcas de azotes por todo el cuerpo. Por el momento solo tengo tres pistas, ya que descarto las proposiciones metafísicas del abate sobre el perro que "sabía". Entonces: un "enano" supersticioso, el "buen Tomas", y el hecho -desconocido para todos- que el abate se dirigía a finiquitar.  Me puse manos a la obra. Comencé por interrogar a monjes y novicios por igual, y aunque se mostraron reacios a cooperar debido a lo reciente de los hechos, me indicaron algo interesante, al parecer la reputación del abate en el convento distaba de ser homogénea, ya que el abate era adorado por unos y detestado por otros. Con esto en mente, comencé la búsqueda de mis dos sospechosos, y rápidamente di con el nombre del primero: Guillermo Ettiene. Emigró hace sesenta años desde Marruecos al convento, y en su esplendor -alrededor de los años '50- fue la mano derecha del abate Busoni, predecesor del póstumo Adso, poseía una formación como exorcista pero a esta altura era un delicado anciano. También me fue indicada su baja estatura, debido a su edad, y que no seria muy difícil encontrarlo, ya que siempre estaba merodeando por el subsuelo del lugar. Alrededor de las cuatro de la tarde bajé a esas catacumbas gigantes, propias de la edad media, en la que se encontraban enterrados cientos de monjes oriundos del lugar, a buscar a Guillermo. Por un momento temí perderme, pero lo encontré sentado reflexionando en un banco de piedra. Le pregunté: "¿Señor Guillermo? Disculpe, mi nombre es Luca Lafleur, soy el investigador contratado por el convento. ¿Podría hacerle unas preguntas respecto a lo sucedido hace unas noches?". No obtuve respuesta. El pequeño anciano parecía estar absorto en una profunda meditación, y note que estaba observando algo en específico. Era un espejo que se encontraba en la pared enfrente nuestro. Intenté una vez mas, pero sucedió algo, para lo cual todavía no encuentro razón de ser: Un balbuceo, en una lengua antigua, desconocida para mi, comenzó a brotar de Guillermo, a medida que su tono de voz se elevaba yo me alejaba más y más, y llegó a un punto que tuve que tapar mis oídos con ambas manos. Hasta que el espejo saltó de la pared y estalló en cien pedazos contra el piso. En ese momento ceso todo, o eso atiné a pensar. "El fin esta llegando" llegué a escuchar, y sentí que el piso empezaba a temblar tímidamente. Escuché unos apresurados pasos bajando la escalera. Ya había sacado a relucir mi revolver, preparado para lo peor. "¡Cuidado!" gritó la voz del monje que acababa de entrar en escena. "¡¿Que esta haciendo con un arma en este lugar sagrado?!" el piso había cesado de temblar y allí no había mas rastros del espejo roto, sino que el mismo se encontraba en su lugar. Sentí que me estaba volviendo loco, pero guarde mi arma rápidamente y le conteste con vergüenza: "-No lo sé" a lo que me respondió: "-Por favor, el señor Guillermo padece principios de demencia senil, es mejor no perturbarlo" volví mi mirada hacia el anciano y permanecía en la misma posición en la que lo había encontrado, parecía no haber movido un pelo. Antes de irme y dejar atrás esa bizarra secuencia y al desconocido monje atiné a preguntarle su nombre. "Tomas" fue la respuesta que obtuve, y no podía ser azar. Algo raro ocurría en el convento y con estos personajes. Pero mi cerebro no podía procesar mas información, precisaba dormir.




viernes, 28 de abril de 2023

Crónica BAFICI.

Después de caminar unos pares de minutos por las calles del centro, llegamos a lavalle y esmeralda. Allí, como en tantos otros espacios a lo amplío de la ciudad, estaba llevándose a cabo el festival de cine independiente BAFICI. En una de las puertas del cine pude apreciar un gran cartel que lo confirmaba.
Una vez dentro nos recibieron dos chicas detrás de un pequeño stand decorado con la iconografía del festival. Como habíamos comprado nuestras entradas vía internet, les preguntamos que precisábamos hacer, y nos respondieron: "Para validar su entrada es por allá, todo derecho". Todo derecho pude ver a tres chicas, escaneando las entradas de unas personas, así que después de comprar unos pertinentes pochoclos fuimos a que validen nuestras entradas de igual manera. La sala poseía una pantalla monumental, y en ella empezaron a correr las propagandas usuales. Hubo un hecho que llamo mi atención: Horacio Rodriguez Larreta, gobernador de la ciudad y candidato a presidente, apareció tras finalizar una publicidad, y la gente presente lo abucheó. Luego se apagaron las luces y comenzó "Le Parfum Vert". Dirigida por Nicolas Pariser, este film francés narra la agridulce aventura de Martín, actor de la Comédie Française, quien luego de presenciar el asesinato sur scene de su mejor amigo es secuestrado por los responsables, y se ve obligado a meterse en un asunto muy turbio con implicaciones internacionales. Personalmente la disfruté mucho y la recomiendo. Retomando sobre el festival en si, debo decir que me llevé una muy buena impresión. Pienso que es una propuesta genial para dar a conocer artistas y producciones nacionales e internacionales, a la vez que fomenta el ritual del cine.

martes, 25 de abril de 2023

Entrevista

 Madrugada del veinticuatro de marzo, del año mil novecientos setenta y seis. En la casa de Claudio Canonico, de dieciséis años, los que pueden permitírselo descansan. Descansan tranquilos a sabiendas de que mañana habrá otro día, a pesar del tenso clima político y social que inunda el país. Pero en las primeras horas que siguen al amanecer, después de prender la televisión, se enteran de que todo va a cambiar. Hubo un golpe de estado y se instauró una dictadura cívico-militar. Tuve la oportunidad de hablar con Claudio acerca de esto, hace unas semanas. Le pregunté por los hechos y los años que siguieron a esa mañana, el recuerdo que le dejaron, como le afectaron. Empecé por lo que más me intrigaba, siendo la adolescencia de mi padre una etapa desconocida para mí. Quería saber como era su vida en ese entonces, viviendo la dictadura, en contraste con mis veinte años vividos en democracia. Teniendo esta pauta en mente tuvimos la siguiente conversación:

-¿En que etapa de tu vida te encontro el 24 de marzo de 1976?

-Yo tenia 16 años y estaba en cuarto año de la escuela secundaria, me acuerdo perfectamente de como fue, por lo general los golpes ocurren durante la noche, a la madrugada, entonces cuando vos te despertas a la mañana te enteras que el presidente en ejercicio del poder no esta mas, y que lo suplanto una junta militar. La dinámica era esa. En este caso era la esposa de Peron, Isabelita. Recuerdo que nos despertamos esa mañana y todos los medios de comunicación estaban intervenidos, lo único que pasaban eran marchas militares y cada tanto un comunicado, "comunicado numero uno, la junta de gobierno informa a la población que tomamos las riendas del poder.."  y blablabla, todo así. En ese momento en el año '76 no había redes sociales, no existían, había televisión, radio y diarios, y los militares estaban a cargo de todo.

-¿Cuales fueron los cambios mas evidentes que notaste a partir de esa fecha?  

-De un momento para otro, todo lo que eran libertades cívicas, se esfumaron. el estado de derecho no existe mas. Es muy drástico, te acostas una noche con un gobierno, que podía tener miles de problemas pero era democrático, elegido por el pueblo, y al otro día te encontras que estas gobernado por tres tipos. A quienes todos conocían porque en ese momento los militares tenían mucho mas protagonismo que ahora. Todos sabían quienes eran Videla, Massera y Agosti. Te das cuenta que se acabaron muchas cosas y a medida que pasa el tiempo lo vas viviendo, por ejemplo yo termine la secundaria el año siguiente, quería estudiar psicología y me encontré con que la universidad de psicología de la UBA estaba cerrada, la cerraron los militares porque consideraban que eran ideas subversivas las que se difundían en la universidad, así que cerraron la carrera, entonces en mi caso tuve que trabajar y estudiar en una universidad privada. Y así con todo: recortes de los derechos mínimos de la gente, música intervenida, había censura en todo, estaban intervenidos los canales los diarios la radio, los músicos tenían que disfrazar las letras para decir lo que querían decir, el cine estaba intervenido también, había un tipo que se pasaba horas viendo películas y cortando el celuloide para que llegara al publico lo que ellos consideraban. Y la presencia de los militares en las calles, por todos lados, en vez de policía, militares, y perseguían a todos los que pensaban distinto. Sin embargo eso no trascendía demasiado porque estaban todos los medios de comunicación censurados. El grueso de la gente no sabía que se estaban produciendo desapariciones, a menos que te tocara de cerca algún familiar. Es un tema que trascendió después.

-¿Y antes del golpe que contexto percibías?

-Era un momento de mucha violencia, recuerdo a partir del '73, con mucha efervescencia política, y mucha violencia armada: estaban los montoneros, que se percibían como peronistas de izquierda, que mataban y secuestraban gente, también estaba el ERP, que querían llamar al pueblo e iniciar una revolución, me refiero a que el contexto era muy violento. Y la respuesta institucional a esa violencia, estaba dada por la triple A, una organización paramilitar que se creo en el ministerio del interior, y cuyo jefe era el "brujo" Lopez Rega. Y entonces se mataban entre ellos. Por ejemplo yo era adolescente pero lo recuerdo muy bien, cuando Peron volvió de España, organizaron un acto de bienvenida en Ezeiza y ocurrió la famosa Masacre de Ezeiza. Las cosas que trascendían en los medios eran muy fuertes, muy salvajes. Y la dictadura vino a terminar con eso con mas violencia aun.

-Entonces notaste un cambio significativo con respecto a la situación de montoneros, de la triple A...

-Claro si, el gran cambio fue que de un día para el otro se acabo todo. Como si nos hubiesen puesto a todos en una jaula y chau. Porque no trascendía el tema de los desaparecidos, que iban a buscar a la gente la agarraban y los torturaban, los tiraban al río de la plata, y miles de atrocidades más. Para la gente común era, bueno vos ya no podes hablar de nada, no podes expresar tus ideas políticas, ves que hay censura por todos lados, pero había vuelto a reinar cierto "orden" que era ficticio claramente.  

-Avanzando con tu transcurso en la facultad y llegando a los últimos años de dictadura, ¿Qué percibías?  

-Llega un momento en que la gente empieza a cansarse y decir ya esta, los músicos seguían tocando, escuchabas las letras y sabias lo que estaban diciendo, era imposible mantener un estado policíaco por tiempo indefinido, la sociedad ya volvía a tomar las calles. Me acuerdo patente un día, en el que la CGT llamo a una manifestación contra la dictadura, a la que fui y termine corriendo de la policía que nos reprimieron con gases lacrimogenos, sin embargo, eso fue ponele una semana, a la semana siguiente Galtieri toma las Malvinas, y en la misma plaza, en donde una semana atras estaba lleno de gente protestando para que los militares se vayan de una vez por todas, ahora estaba repleta de personas avivando a Galtieri por la soberanía de las islas. Eso me marcó. Mismo en el '78 cuando se celebró el mundial y lo ganamos, todo el mundo salió a festejar como si no estuviéramos viviendo una dictadura.

-¿Que reflexiones te sobrevienen, al haber vivido una dictadura a la hora de pensar en el presente?

-Después de haber pasado por todo eso, ahora podemos estar mal, pero en comparación con eso estamos mil veces mejor, pero mil veces mejor, en el sentido que prácticamente, desde que se tomo el camino de la democracia con Alfonsin, primero, vos ahora no debes saber quien es el comandante en jefe del ejercito, ni como se llama, ni el de marina menos  y así. En aquella época todo el mundo sabia, porque aparecían todo el tiempo hablando y opinando, y los medios de comunicación los consultaban, ¿por que? porque eran entrecomillas la reserva de la moral y la argentinidad, o para mucha gente lo representaban, y todo el mundo esperaba que si eventualmente los políticos no hacían las cosas como debían, ellos iban a poner el "orden". Ahora eso no existe, hoy en día no sabes ni como se llaman. Eso ya es una mejora sideral, es un paso adelante gigantesco, que por ahí los jóvenes no puedan entender porque no vivieron eso. Y la violencia sin precedentes que hubo para con el pueblo argentino, porque te digo, el gobierno militar fue el mas violento de la historia del país. Así que hoy en día agradezco que mal que mal tenemos una democracia, y no hay una persecución del estado hacia nosotros. 



miércoles, 19 de abril de 2023

Rostros cotidianos

Lucia. Tiene un semblante esbelto y elegante, pero con una nariz de payaso. Sus ojos y sus cejas tienen para mi el color de un trillado atardecer dorado. Cuando se mezclan con lo pálido de su tez me transporta a una playa, de Puelo, con sus repentinos cambios de naturaleza. Puedo ver en sus labios una boca pequeña, y dentro de ella una paleta torcida, que me transmite un aura infantil y amorosa.

Máxime. Su cráneo tiene forma de diamante, una mandíbula prominente y masculina asoma a sus costados. La pequeña barba que nace de ella me gusta particularmente, porque encuadra muy bien a su boca, la cual yace debajo de un bigote cartesiano. Cuando lo miro directamente me responden unos ojos marrones y oscuros, y connotan gran profundidad en lo ya-visto, pero a mi criterio logran permanecer inocentes. Una nariz afilada como la de un águila termina de cerrar este rostro tan estimado para mi, dándole un air duro e intrigante.

domingo, 16 de abril de 2023

Le coeur du con.

  Eso era, mi mas preciada pertenencia. No podía permitirme dejarla ir, ni ahora, ni dentro de novecientos años. Mucho menos a manos de un dandy, de un rufián, como Boris. Estaba seguro de que él la había tomado, esa misera noche de copas en el bar del hotel Plaza Athénée. Y justamente ese contexto sellaba mi desgracia, pues mi reclamo seria recibido con oídos sordos y miradas desentendidas por aquellos snobs, que por algún motivo sigo llamando amigos. Al fin y al cabo, todos habían sufrido esa perdida, y se regocijaban en ella. Pero como dije, yo no podía permitirme dejarla ir, así que no tuve otra opción: Poner a obrar la maquina ancestral, tan temida como amada alrededor de mis pagos, poseedora de incontables pasillos, escaleras, entrepisos, cuartos y sótanos, y a la cual recurro para ocuparme de este tipo de problemas.

  Hace demasiado tiempo que pertenecía a mi familia. Se me refirió que durante la edad media supo ser una fortaleza impenetrable, que unos siglos mas tarde, entrada la revolución industrial, viro su funcionalidad a la de una vigorosa fabrica, y que en las épocas mas recientes sirvió como una especie de hospital. Y no justamente por que allí se curasen a las personas. Si no mas bien porque se las retenía en contra de la propia voluntad, para no ahondar en mas detalles escabrosos. Volviendo al presente, ese ultimo era el destino que preparaba para mi estimado Boris en breves. Les comisione a mis matones la tarea de traerlo en integras condiciones al hospital, -cosa que hicieron- pero una vez mas tuve que guiarlos desde el centro de París hasta el lugar, ya que insistían en que mi hospital ''imaginario'' no aparecía en sus mapas de cuarta. Simples patanes rutinarios que nunca iban a comprender. Pero eso no me perturbaba, finalmente iba a recuperar lo que me pertenecía. Cuando los despache y me encontré completamente a solas, me dirigí hacia la habitación que había destinado para mi invitado, y una vez dentro me volví a encontrar con ese viejo espacio, corroído ya por las guerras y el pasar de los años. 

  Hacia mis adentros pensé: -¿Porque todo, lo que es hermoso tiene que perecer?. Y desde una de las tantas esquinas de ese extensísimo cuarto redondo me respondieron; -Porque, sobre esa misma cualidad descansa todo su esplendor. ¿O es que acaso no lo ves? Alphonse. Esa respuesta estremeció mi ser y me interpelo solo como él, podía hacerlo, por lo tanto le referí un aplauso. Los dos comenzamos a reírnos. Pero supe que algo no marchaba bien. No fue hasta que vi su rostro, su semblante, su sonrisa, que comprendí. Nunca iba a recuperar lo que me había sido robado, era demasiado tarde. Boris ya se había adueñado de esa joya de carne, de venas que bombean segundo a segundo, de esa maquina generadora de emociones tan intensas, que pueden llegar a distorsionar nuestro juicio. Esa maquina ancestral, que supe acaparar en mi pecho tanto tiempo, ya no me pertenecía.

martes, 11 de abril de 2023

Garotos problematicos.

  De repente entramos, después de tantos intentos fallidos, realmente habíamos entrado en ese repelente hospital.

  Nuestro portal hacia la época de 1925 fue una pequeña ventana rota provista de vidrios punzantes, la cual supuso un desafió no muy agradable para dos tipos de metro ochenta y pico como Carlos y yo, pero en nuestra balanza mental pesaba mas lo que sabíamos que nos deparaba ese lugar que cualquier raspón infectado. No obstante al cruzar por la ventana, los dos transpirábamos nervios, sabíamos muy bien que a la vuelta de la esquina nos esperaba toda la fuerza represiva que el misero lugar podía ofrecer, pero no íbamos a permitir que eso arruinase el increíble viaje al pasado que teníamos planeado. 

  Así que simplemente comenzamos a caminar por el pasillo que teníamos a nuestra derecha, y al adentrarnos nos topamos justamente con lo que habíamos ido a buscar, una postal tétrica pero maravillosa, en donde el abandono y la decadencia no se ocultaban, y eso nos extasiaba, a cada paso que dábamos sentíamos que nos sumergíamos mas y mas, en nuestras mentes veíamos a los enfermeros y a los enfermos deambular por esos amplios corredores, con sus respectivas camillas, y a la par nos preguntábamos quién habría sido el ultimo visitante de aquel antro.

  Todo iba tal cual lo planeado, al fin y al cabo todo indicaba que nadie se había percatado de nuestra presencia, y tras una hora de investigar y saciar un poco nuestra curiosidad nos sentamos, algo cansados, a descansar cada uno en una silla de ruedas distinta, y descansar fue lo único que no pudimos hacer. Resulta que no estábamos tan solos como pensábamos, ya que empezamos a escuchar una sonata muy bella que alguien estaba cantando y tocando una bella melodía en su guitarra: Al corroborar que no se trataba de mi imaginación me estremecí, y mire a Carlos con un profundo desconcierto, ¿Quien estaba tocando esa canción, cuyo sonido me remitía a las mas hermosas playas brasileñas, en un hospital abandonado de Villa Ortuzar? Pero rápidamente mi desconcierto se transformo en pudor al ver como Carlos se levantaba instintivamente e invitaba al misterioso playador a mostrarse; no podía evitar sonreír al escuchar su lengua nativa aun en tan incomoda situación. 

  Viendo lo que aconteció momentos mas tarde, me siento un tonto por haberme puesto tan a la defensiva, pero el contexto respaldaba mi malestar. Resulto pues que el playador misterioso no era ningún fantasma ni demonio, si no tan solo un vagabundo oriundo del Brasil, que habitaba el hospital hace años, y con el que nos quedamos bebiendo y charlando -con Carlos funcionando como interprete entre el desconocido y yo- hasta entrada la madrugada.

Rantnatural

Los arboles Los ríos Las cascadas Las montañas Las rocas La tierra Sembla tan lejana a mí, en este momento No puedo llegar hasta ella, tan s...